Cambian las tormentas
A raíz de que los datos económicos estadounidenses han ido de más a menos en el último mes, evidenciando que la recuperación económica de Estados Unidos se retrasa, el euro, al que los expertos aventuraban una cesión de terreno frente al dólar, ha dado signos de fortaleza en las últimas semanas y ha llegado a superar los 1.32 dólares.
Sin embargo, estos apoyos son “efímeros”. Analistas coinciden en señalar, a largo plazo, que la tendencia es más favorable para la divisa estadounidense que para la moneda única, por lo que consideran que, de aquí a un año, el euro podría moverse en un entorno de 1.25 dólares, donde estaría bien valorado teniendo en cuenta el nivel de riqueza de Estados Unidos y la zona euro.
El euro subió este martes (3 agosto) hasta cambiarse por 1.3261 dólares, aunque recortó posiciones. La moneda única operó en 1.3222 mostrando una apreciación de 0.42 por ciento frente a la jornada previa, con lo que siguió ganando posiciones luego de perforar el soporte situado en 1.3167.
Desde finales de 2009, cuando la divisa europea cotizaba a 1.4534 dólares, hasta finales de julio (1.3050), cayó 10.52 por ciento. Un descenso brusco propiciado por el miedo a la quiebra de algún país de la Unión Europea.
Hace poco más de un mes, el temor a un contagio de la crisis griega llevó al euro hasta caer por debajo de 1.19 dólares, su nivel más bajo desde 2006. Sin embargo, con los datos macroeconómicos europeos manteniéndose firmes y la superación de las pruebas de resistencia de la banca europea, la atención de los inversionistas se ha dirigido a la debilidad del dólar.
En el último mes, el euro se ha anotado un 6.6 por ciento frente al dólar. Los expertos de Saxo Bank consideraron que detrás de este comportamiento está “el completo desastre de los datos económicos fundamentales en Estados Unidos”.
En la debilidad del dólar también ha influido la rentabilidad del bono del Tesoro de Estados Unidos, cuya rentabilidad ha caído a su mínimo histórico, 0.534 por ciento.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, reconoció que la economía estadounidense todavía no se recupera como debiera y que las tasas de interés deberán seguir bajas.
Algunos operadores creen que si el euro consigue terminar la semana por encima de 1.335 dólares, nivel que se vio por última vez antes de la crisis de Grecia, se consideraría una señal alcista que podría llevarlo hasta la cota de 1.351 dólares.
Pero, los expertos consideraron que el ciclo entre Estados Unidos y Europa no es tan dispar y que, a medio plazo, quedará de nuevo patente la fortaleza de los estadounidenses frente a la zona euro.
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