Aunque cautelosa por China, Fed no esperaría hasta el próximo año para subir tasas


Clara Zepeda

Tras la sorpresiva devaluación del yuan, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se mantendrá cautelosa y precavida a las implicaciones económicas en Beijing, pero no esperaría hasta el próximo año para cambiar su política monetaria de tasas de fondeo en cero.
Y es que aunque la desaceleración de la economía china implica caídas en los precios de las materias primas y en los bienes manufacturados que Estados Unidos importa, el retraso en la primera subida de las tasas supondría que el resto de los incrementos tendrían que realizarse apresuradamente y la Reserva Federal prefiere que las subidas se lleven a cabo de manera gradual y progresiva.
Janet Yellen, presidenta de la Fed, ya se había apresurado a dejar claro que todo lo sucedido con Grecia y con China no supone una amenaza seria para el devenir la recuperación del país y por tanto para los planes del banco central estadounidense, aunque sí ha inducido a la Fed a ser cautelosa y precavida.
De acuerdo con Agutín Álvarez, gerente de Estudios de BiceInversiones, las declaraciones de funcionarios del Banco Central de China de que actualmente no existen argumentos para que el yuan continúe debilitándose y en caso de observar una alta volatilidad, el instituto emisor podría intervenir la moneda para alcanzar la estabilidad deseada, entregaron cierta tranquilidad a los inversionistas.
“Así, los inversionistas vuelven a enfocar su atención a la fortaleza de la economía estadounidense y al momento en que la Fed comience a normalizar su tasa de política monetaria (…) en la medida que Estados Unidos siga entregando sólidas cifras de empleo y actividad, creemos que la Fed iniciaría su ciclo de incrementos de tasas en el 2015”, asegura Álvarez.
Se estima que la Fed podría irse hasta diciembre para decretar la primera subida de tasa y será muy representativa; es decir, la dejaría en 0.25 por ciento y le eliminaría el cero por ciento que lo mantuvo desde diciembre de 2008.
Los mercados accionarios internacionales registraron una acentuada volatilidad durante la semana 10-14 de agosto de 2015, debido a la sorpresiva devaluación del yuan anunciada por el Banco Central de China, la más importante en 20 años.
Aunque la devaluación del yuan redujo algo las probabilidades de que la Fed eleve su tasa en septiembre, casi la mayoría de los analistas sigue pensando que la reunión de ese mes sigue siendo la fecha más probable para la primera alza en tasas.
Analistas argumentan que no sería buena idea esperar al próximo año para cambiar la política monetaria, puesto que todo retraso daría una mala señal a los mercados y tendría que hacer de manera apresurada y no progresiva y gradual.
Tras la publicación de los datos de empleo de julio  en Estados Unidos, la Fed dejó la puerta abierta para iniciar el ciclo de normalización de la política monetaria en su reunión de del 16-17 de septiembre. No obstante, China detonó mayor aversión al riesgo y se han incrementado las especulaciones en torno a que la Fed pudiera retrasar el inicio de alza en tasas.
Los inversionistas volvieron a concentrarse en la posibilidad de que la Fed eleve su tasa de interés de referencia en septiembre, ocasionando ganancias para el dólar estadounidense y caídas en la mayoría de los commodities.

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